Contessi botó a un tangonero de moderno diseño
El astillero Federico Contessi celebró este sábado su primera botadura del año. Poco después de las diez, la tradicional botella de champagne se estrelló contra el casco del fresquero “Espartano” para iniciar un suave descenso a las aguas.
El acto de trabajo lleva el número 133 para la firma de “Don Federico” y trae aparejado un innovador diseño. El buque de la firma Cabo Vírgenes luce proa invertida y doble cubierta, características poco frecuentes para este tipo de fresqueros.
“Es un pequeño gran barco, el primero de casi 21 metros que se construyen en el país con doble cubierta y proa invertida (…) Esto cambia la fisonomía de los barcos clásicos y nos acerca a los más modernos del mundo”, definió el presidente del astillero, Domingo Contessi.
Según definieron los constructores, se trata de un pesquero de altura estudiado para operar en nuestras costas que responde al prototipo 20AC. Es una embarcación versátil, apta para realizar pesca de arrastre tradicional, con tangones y media agua.
Sin embargo, estará dedicado al langostino cuando comience a operar desde Puerto Madryn. La embarcación mide 20,95 metros de eslora; 7,50 de manga moldeada; tiene un calado máximo de 3,20 metros y una velocidad máxima de 10,5 nudos.
Su construcción demandó apenas diez meses, teniendo en cuenta que la colación de quilla se había realizado en marzo del año pasado. Al mismo tiempo, otras obras avanzan en el lugar.
En el varadero destaca la silueta del “Federico C”, que estiman será la próxima botadura para luego continuar su construcción en el agua. Es un tangonero congelador de casi 40 metros de eslora que operará para el propio grupo Veraz.
En tanto, en la nave industrial se aprecia el esqueleto del “Niño Jesús de Praga”, un fresquero de 26,8 metros de eslora, cuya quilla fue colocada el pasado 19 de octubre. La unidad fue encargada por la firma Ritorno Sallustio y Cicciotti SA.
La firma del contrato para construir un costero para Rawson completan la agenda de Contessi, pero al mismo tiempo hay preocupación por el contexto económico que atraviesa la industria pesquera.
El reciente aumento de retenciones al 9 por ciento agudiza la crisis que arrastraba el sector desde años atrás, sobre todo el vinculado al fresco y al procesamiento de materia prima en tierra.
“Vemos con angustia que este proceso se pueda agudizar (…) Renovar buques para otros sectores que no tengan que ver con el langostino será muy difícil si no se toman las medidas necesarias», expresó Contessi.
El empresario entiende necesario alivianar la presión fiscal y modernizar los convenios laborales, entre otras cuestiones, para dinamizar la actividad y estimular la generación de puestos de trabajo.