El Consorcio evalúa qué hacer con los sedimentos contaminados del dragado
Pero el dragado tiene un costado que el Presidente del Consorcio prefiere no mirar. Los 23 mil metros cúbicos de sedimentos contaminados que la Omvac Diez retiró por refulado del área de giro y el muelle de ultramar.
Por recomendación de la OPDS, el Consorcio tuvo que acudir a la Municipalidad para que aporte las máquinas a cambio de 5 millones de pesos y cave una celda de 100 metros de extensión por casi 40 de ancho, y 2 metros de profundidad para almacenar esos barros.
Ahora que el dragado terminó, la celda, impermeabilizada con una membrana, todavía luce como una gran pileta al lado de la galería de los silos. “Se está evaluando cuál es la mejor opción económica para su disposición final”, confiaron en el Consorcio.
Merlini no responde las preguntas de REVISTA PUERTO y tampoco tuvimos opción cuando disertó el lunes en la jornada sobre logística portuaria que se realizó en la ciudad. Fue el único expositor que no contestó preguntas del auditorio.
Los sedimentos ya están asentados en el fondo de la cava y los análisis fueron completados. Más allá de que la nómina de metales pesados que aparecen no fue divulgada, no serán extraños a los que ya se levantaron de esa zona cuando intervino la Victory I en el invierno de 2015, y que quedaron depositados a cielo abierto y sin ningún tratamiento. Parte de esos barros forman el terraplén que contiene la celda.
Mientras se avanza con el proceso de recuperación del predio de los silos, en el Consorcio aseguran no tener otro lugar para arrojar los barros contaminados que en el terreno del espigón 3, el cual luce como la antítesis para captar inversiones.
“Los sedimentos del año que viene también se volcarán en ese lugar”, confiaron en el Consorcio, con lo cual es posible que la mejor opción resulte mantenerlos bajo el agua a la espera de recibir los próximos de la segunda etapa del dragado.
Resulta curioso que se traten de manera especial los sedimentos que se extraen del área de giro y el muelle de ultramar, donde operan de manera frecuente los buques de contenedores, y no los de la posta de inflamables, donde amarra el petrolero de YPF.
Tal vez porque la empresa nacional fue la que financió parte del dragado, adelantando 15 millones de pesos en el ejercicio 2016 por el pago del canon, y refular desde la Escollera Sur encarecía mucho el precio final de la obra.
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