La Comisión de Seguimiento trazó un balance de la pobre temporada de anchoíta
La zafra de anchoíta 2017 no fue buena ni en volumen, ni en calidad. El balance atravesó el encuentro de la Comisión de Seguimiento de Especies Pelágicas, que tuvo lugar el pasado martes en la sede del Consejo Federal Pesquero.
Las embarcaciones que se volcaron a la pesquería no lograron dar con la Engraulis, al menos en las cantidades que se espera para un recurso excedentario. Durante 2017 se desembarcaron 10.534 toneladas, un 21,4 por ciento más que el año pasado que se percibe como escaso.
“Las cámaras reiteran su solicitud para que se incentive la pesca de anchoíta y que se realicen campañas de investigación dirigidas a especies pelágicas, ya que falta información (científica)”, puede leerse en el acta de la reunión, a la que tuvo acceso Pescare.com.ar.
La distribución de la anchoíta y también de caballa (apenas se descargaron 6.954 toneladas) continúa siendo un enigma para la flota y alertan con la intención encontrar las especies y las mejores tallas comerciales posibles.
El pedido partió específicamente desde la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Udipa, cuyos dirigentes Sebastián Agliano, Juan Greco y Mariano González, participaron del análisis realizado junto a representantes del Inidep y la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
Sin embargo, el sector privado reconoció que durante 2017 el Consejo otorgó mayores cupos de captura para que algunos barcos pudieran participar de la temporada.
De cualquier manera, adicionalmente, y como ya se había planteado anteriormente, los armadores solicitaron que se revisen los límites de autorización de captura de especies pelágicascontenidos en los permisos de pesca.
Por otra parte, las cámaras repitieron su preocupación por las limitaciones que suponen las paradas biológicas impuestas sobre los buques que cuentan con cuota de merluza para poder dirigir su pesca a especies pelágicas.
Certificación
En tanto, desde el Inidep y la Subsecretaría de Pesca explicaron los requerimientos del proceso para sostener la ecocertificación de la pesquería. En particular, se refirieron a los vinculados al impacto de la pesquería en el medio ambiente: aves, mamíferos y tortugas marinas.
Mercados como el de Estados Unidos, recordemos, aplican restricciones a las importaciones que no contemplen medidas equivalentes a las de ese país que mitiguen la captura de mamíferos.
En ese sentido, la Asociación sugirió realizar un taller en sus instalaciones con los armadores y capitanes para informarlos sobre la situación y trabajar en un programa de observadores que permita generar la información necesaria.
Obtenido de pescare.com.ar