INIDEP: intervención, desactivación y default científico (Dr. César Lerena)
En 1977 se creó el Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), que es desde hace años una de las Instituciones más prestigiosas del país en materia de investigación. Siempre ha sido materia de discusión si la investigación debe subordinarse a la política o ésta debe ajustarse a los límites impuestos por la investigación. Ni una ni otra.
El gobierno debería tener un plan, y éste requerir de la investigación y la información necesaria para instrumentarlo. Pero el plan no puede violar reglas básicas de la naturaleza. La pesca, es un recurso natural renovable, pero agotable, requiere de prácticas destinadas a dar sustentabilidad al ecosistema, para evitar, no solo la desaparición del recurso, sino el deterioro del propio medio en el que interactúa.
Los gobiernos han puesto en default e intervenido el INIDEP desde 1989 a la fecha. No tuvieron en cuenta las Capturas Máximas Permisibles a la hora de otorgar permisos y cuotas de pesca y aprobaron la sobrepesca; autorizaron la transferibilidad de las cuotas y el mayor esfuerzo pesquero; designaron directores del INIDEP carentes de idoneidad al servicio de las políticas de turno, tales como transferir la independencia de fijar los rendimientos máximos sostenibles, no garantizaron la autonomía en la decisión científica.
Firmaron Acuerdos internacionales sin disponibilidad de excedentes, extranjerizando en muchos casos las capturas; transfirieron conocimientos científicos sensibles a buques extranjeros que pescaron clandestinamente en el mar argentino y a los ocupantes ilegales en Malvinas; redujeron los recursos de la institución dificultando la investigación; impidieron o no promovieron la interacción con la actividad privada nacional; devaluaron la actividad científica; fueron co-responsables de que los buques de investigación no navegaran por años y, también de las consecuencias derivadas del mal manejo del recurso, como el establecimiento de emergencias pesqueras por décadas, vedas y paradas de buques, etc.
La reciente medida de este gobierno de intervenir el Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) en lugar de echar al director por su inhabilidad para conducir administrativamente la ciencia es muy preocupante y, demuestra la propia incapacidad del gobernante. La ciencia, como la pintura o la literatura no se puede intervenir, de otro modo, no hay investigación independiente y, sin investigación independiente no hay cuidado de los recursos para asegurar la captura, la industria y el empleo nacional a perpetuidad. Se puede intervenir un puerto, pero no se puede intervenir el conocimiento y la imaginación de un investigador.
Contrario a lo que sería promover la creatividad de los investigadores y utilizar todas las herramientas disponibles para confluir en un Plan Nacional Pesquero, que acompañe y aproveche la potencialidad del científico, la Subsecretaría de Pesca no ha hecho otra cosa que desestabilizar al INIDEP, precarizar a los investigadores y ponerlos en fila, como si fueran meros amanuenses.
Ninguna Empresa, puede programar su actividad con semejante imprevisión, pero, lo que es más grave aún, la investigación del INIDEP es una información sensible. En la pesca los recursos son migratorios y pueden estar al alcance de terceros países o buques extranjeros que ingresan a nuestro territorio, como ha venido ocurriendo.
Frente a una política errática y de complacencia hacia la ocupación británica en Malvinas, lo que ocurre en el INIDEP no es una cuestión casual. Hay ineptitud o intencionalidad y aquí aplica aquello, de que “el pescado se pudre por la cabeza”.
Obtenido de nuestromar.org