El desafío conjunto en la logística antártica
A bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar” que se encuentra en cercanías de la base Belgrano II, y a punto de concluir su abastecimiento, el Comandante Conjunto Antártico, General de División Justo Treviranus, hizo una apreciación acerca del trabajo argentino llevado a cabo en la Antártida.
“Quiero remarcar de esta campaña y de todas las Campaña Antárticas el gran esfuerzo que hace la Nación para posibilitar la vida en la Antártida”, comenzó. “Los argentinos tenemos más de 100 años de presencia, empezando en 1904 cuando el primer argentino invernó en la Isla Laurie, lo que hoy conocemos como base Orcadas; y desde entonces hasta el día de hoy jamás la Argentina dejó de proteger la Antártida de distintas maneras.”
Al respecto, enumeró como primera gran medida el haberla incorporado como una política de Estado desde los primeros años de presencia en el continente blanco; y la segunda medida es haber logrado que los hombres y mujeres de nuestro país desarrollen distintas tareas en la Antártida, desde la exploración en los primeros años del siglo XX hasta el trabajo científico que se fue incrementando con el correr de los dos siglos.
“Al principio venían en buques, luego se incorporaron los aviones y luego el invernar, haciendo que pudieran estar todo un invierno aislados desarrollando la vida en este continente tan caro a nuestras tradiciones y tan importante para la Humanidad. Así que este esfuerzo que hace la Nación siempre lo destaco porque es algo significativo desde el punto de vista de la política y del esfuerzo que hacen los científicos, las Fuerzas Armadas por el apoyo que le dan y todos lo que tienen alguna relación con el planeamiento o con la ejecución de una Campaña Antártica”, remarcó el General de División Treviranus.
En este momento el rompehielos de la Armada se encuentra en los 76º de Latitud Sur, en lo que se llama la Costa Confín de la Tierra de Coats, donde está asentada la base Belgrano II. Esta base tiene dos antecesoras que le dieron vida: la base Belgrano, que se construyó sobre el pack de hielo y que se perdió a causa de un desprendimiento; y la base Belgrano III, pionera en lo que hace a bases móviles, que se desplazaba con una máquina a orugas, abandonada cuando terminó su vida útil.
En medio de eso fue instalada en 1979 la actual base, afirmada en un nunatak (palabra esquimal que significa roca que aflora en el hielo) de 200 mtrs. por 200 mtrs.. Desde entonces se mantuvo trabajando. Es una base pequeña donde se realizan varios proyectos científicos relacionados con la atmósfera, con glaciología, el estudio de ozono, entre otros. Desde ella aportan también datos meteorológicos con los que se pueden armar los pronósticos del Hemisferio Sur. Viven entre 20 y 22 hombres que se renuevan anualmente.
“El trabajo que se hace acá es el que se hace en todas las bases: la Argentina tiene 6 bases permanentes y 7 temporarias que se utilizan para hacer ciencia, más los refugios. En todas ellas es un trabajo de esfuerzo físico e intelectual. Como argentino me enorgullece que eso sea así. Es importante poder transmitir esto al resto de los argentinos para que sepan que hacemos un reflejo de lo que el país quiere para la Antártida. Y ojalá que en el futuro esto se mantenga así porque además de ser un esfuerzo que hacemos para Argentina también lo hacemos para la Humanidad”, manifestó el Comandante Conjunto Antártico.
Además del traslado del personal entrante y de la dotación saliente, los helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros embarcados en el rompehielos ARA “Almirante Irízar” descargan lo necesario para la invernada 2019. También se repliegan los residuos que serán tratados en el continente para su disposición final. Todo subordinado al clima extremo y condicionante de las operaciones en la Antártida.
Respecto a la logística antártica, el General de División Treviranus destacó que siempre fue conjunta: “En las bases viven hombres y mujeres a los que hay que asegurarles la vida. Y del otro lado, en el continente, tenemos buques y aviones que unen nuestro país con la Antártida. Es un trabajo conjunto en el que Fuerza Aérea, Ejército y Armada ponen sus conocimientos y sus capacidades para poder llegar hasta acá.”
Obtenido de gacetamarinera.com.ar