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«Alguien tiene que ver que existimos, que somos argentinos, que somos trabajadores»

Lo dice Cristina Ledesma, la secretaria General del SOIP, describiendo a la situación que atraviesan los fileteros en Mar del Plata. Está cansada de denunciar las políticas de la Subsecretaría de Pesca que han generado la pérdida de miles de puestos de trabajo. Dice que nadie los escucha y que “la gente está en un estado de desesperación”.

Cristina Ledesma es la Secretaria General del SOIP y cuenta las penurias que están atravesando los trabajadores de su gremio como consecuencia de políticas que nunca los contemplaron. La devolución de cuota de merluza sin penalización, la exportación de varias especies enteras sin ningún tipo de procesamiento y la salida del langostino en bloques para ser reprocesados en otros países los ha hundido. Los puestos de trabajo perdidos se cuentan de a miles, mientras el Subsecretario de Pesca anuncia que premiará a quienes hayan reducido personal en los últimos diez años entregándoles la misma cuota de merluza que recibieron cuando hicieron valer empleos que hoy ya no generan. “Nos estamos cagando de hambre”, “los argentinos tenemos el producto y lo vemos pasar por nuestras narices”, “parece que no somos parte de la pesca”; “nunca pensaron en nosotros”, “alguien tiene que ver que existimos, que somos argentinos, que somos trabajadores”, estas son algunas de las fuertes frases que la dirigente gremial dejó en esta entrevista con REVISTA PUERTO. Cuenta que irán contra el subsecretario Juan Bosch, que lo denunciarán, que buscarán impedir que se avance con la recuotificación y que comenzarán a movilizarse, algo que evitaron hasta ahora en pos de la paz social en la ciudad con mayor desocupación del país.
El medio REVISTA PUERTO le pregunto: ¿Cuántos puestos de trabajo se han perdido desde 2009 a la fecha?

CRISTINA LEDSMA: Se han perdido más 2.000 puestos de trabajo registrado y en negro la cifra es mayor. Lo que pasa con el trabajo en negro es que cierra una plantita y una parte de la gente se reacomoda en otro lado en las mismas condiciones precarias. En cambio el que trabajaba en relación de dependencia no vuelve a estar en blanco. Muchos trabajadores ya están fuera de la pesca, están en la albañilería, en la pintura, distintas cosas porque no les quedó otra y cada tanto vuelven a ver si hay trabajo para ellos en el filet pero lamentablemente, cada año que pasa en lugar de sumarse fuentes de empleo se restan. Hay mucha gente trabajando por la garantía horaria (14.000 pesos) y estamos con el temor de que en algún momento nos digan hasta acá llegó nuestro amor. Hoy tuvimos una reunión con gente de la empresa La Campagnola y nos informaron que a partir de mediados de septiembre se vuelve a la garantía horaria porque no tienen ventas.

RP: Uno de los motivos por los cuales se vio muy afectado el trabajo en tierra en Mar del Plata fue la migración de los barcos al langostino. La elección fue por una mayor rentabilidad pero además contó con el apoyo de las autoridades que les permitieron dejar de pescar su cuota de merluza sin riesgo de perderla.

CL: Ese fue uno de los problemas más importantes con los que nos enfrentamos porque al permitir que el barco fresquero devolviera cuota, ese cupo de pescado se trasladó a los congeladores. Nosotros lo sabíamos muy bien y lo denunciamos. Esos cupos siempre los solicitaron los congeladores, se puede ver en las actas. Todos los años lo hacen y no sé cuál es la finalidad que hay detrás, tenemos el temor de que se queden con todo. Acá solo pensaron en el sector empresario, nunca pensaron en nosotros. Había un compromiso del Subsecretario de Pesca desde que asumió, de encontrar una solución a la falta de trabajo en tierra en el puerto de Mar del Plata y nunca hizo nada.

RP: ¿Bosch se comprometió ante ustedes a aplicar el régimen de cuotificación como corresponde para no seguir perjudicando a los trabajadores?

CL: -Sí y a los pocos meses comprobamos que seguía todo igual, que se volvía a permitir devolver la cuota. Él dijo que era la última vez que se les iba a aceptar que devolvieran cuota, pero no cumplió. Tampoco cumplió con el compromiso de realizar un trabajo conjunto con el gobierno nacional para generar un decreto que limitara la exportación del bloque de langostino y así poder generar más trabajo en las plantas de Mar del Plata. Siempre había un borrador pero nosotros nunca lo vimos, en realidad no hubo ni borrador ni nada.

RP: ¿La intención era buscar un instrumento que obligara a procesar parte de la captura de langostino aquí en lugar de hacerlo en Perú, Guatemala o China?

CL: Sí, para nosotros es lastimoso, te da bronca, impotencia. Los argentinos tenemos el producto y lo vemos pasar por nuestras narices, porque lo procesan y le dan valor agregado en otro país, mientras nosotros la estamos pasando mal. Nos estamos cagando de hambre.

RP: ¿Esa es la situación del obrero del pescado en Mar del Plata?

CL: – Sí, esa es la situación. ¿Quién puede vivir con un día de trabajo a la semana? Vienen al gremio a pedir aunque sea tres o dos días de trabajo en la semana y ya a esta altura me preocupa que se pierda el único día en la semana que tienen. La gente está en un estado de desesperación, el Puerto se está muriendo. Ustedes nos han preguntado durante este tiempo por qué no salíamos a la calle y la respuesta siempre fue la misma: la gente tiene temor de perder lo poco que tiene. Pero llega un momento en el que la soga aprieta tanto el cuello que no se soporta más. Vamos a comenzar a movilizar, porque tenemos la materia prima pero alguien nos tiene que ayudar a que no se vaya de forma entera como pasa con muchas especies.

RP: En el caso del calamar el 92% sale entero según la estadística oficial.

CL: Nadie controla el cumplimiento de los compromisos de procesamiento que además es muy bajo porque algunos solo tienen la obligación de procesar el 10% de todo lo que capturan. Si por lo menos ante la falta de merluza tuviéramos calamar y luego corvina durante la zafra… No digo hacer todo pan ready porque no es lo que quieren, pero mínimamente debiéramos hacerle el eviscerado, ni eso se hace. Lo mismo con el langostino y así con todas.

RP: ¿Con el langostino pudieron llegar a un acuerdo de producción?

CL: Se habló, hicieron una propuesta, nosotros la rechazamos pero finalmente con las empresas que realmente estaban dispuestas a hacerlo se terminó acordando sobre lo que ofrecían porque así lo quisieron los trabajadores. En Giorno llegaron a un acuerdo y están trabajando. Nosotros lo apoyamos para hacer la prueba, es algo nuevo para la gente y tienen que agarrarle la mano para mejorar la producción. Luego se irán viendo algunos valores que deben ser ajustados pero todavía estamos en un período de prueba, no es el momento.

RP: Ahora el Subsecretario pretende adelantar cinco años la recuotificación, manteniendo los mismos valores asignados a cada empresa en 2009. Esto implica que la empresa que redujo su personal mantendrá la misma cuota.

CL: Bosch tiene que hacer lo que se debe hacer para generar trabajo acá porque si no estaremos en la misma joda que hizo con el langostino. Este señor parece que no sabe la situación que nosotros estamos viviendo en el Puerto y eso que se la contamos ochocientas mil veces. Seguimos en la misma joda de siempre, le quiere dar la misma cuota a las empresas que les dio en 2009. ¿A qué empresas? ¿Para que hagan valer qué trabajadores? ¿A quién le va a dar? ¿A Giorno? Si Giorno se quedó con un grupito que ahora hace langostino pero antes vendió los barcos y despidió a un montón de obreros. ¿A Barillari, que hoy está haciendo langostino? Los barcos de Barillari que están pescando le venden a plantas que trabajan en negro. ¿De qué me están hablando?

RP: ¿Ustedes piensan ir a la justicia con este tema o denunciar esta situación?

CL: Lo vamos a ir a buscar a Bosch. Obviamente que lo vamos a denunciar pero no le importan las denuncias, estamos cansados de denunciar. Nos hemos cansado de mandarle notas a este señor pero nos contesta cualquier cosa, no nos manda ni la información de los barcos que operan en Mar del Plata que le pedimos. También se lo pedimos al Consejo Federal Pesquero pero todos hacen oídos sordos.

RP: ¿Si las denuncias no prosperan cómo van a defender los pocos puestos de trabajo que hay?

CL: Lo único que nos queda es esperar que termine el mandato de este gobierno y ver cómo arrancamos después. Estamos tratando de que no explote la situación, porque una vez que explota ya no importa nada y ahí sí que vamos a perder mucho más. La gente está muy necesitada, cuando un compañero viene a pedir leche se te caen los pantalones. Lo que tratamos de hacer es contenerlos, ya no podemos hacer ni nuestro trabajo gremial, estamos dedicados a cuidarlos. Nos ayudamos en lo que podemos entre nosotros pero lamentablemente hay cosas en las que no podemos ayudarlos y te querés morir porque son trabajadores que no tienen la suerte de trabajar ni dos días a la semana.

RP: La cuota social de merluza en la provincia de Buenos Aires debería ser distribuida entre empresas que generan empleo genuino en tierra. ¿Se respeta?

CL: No, no lo controla nadie. A nosotros no nos tiene en cuenta nadie, en absoluto. Parece que no perteneciéramos al sector pesquero. Todos se acomodan y nosotros sobramos. Los políticos deberían estar pensando en cómo generan más ingresos y mantener a la gente ocupada con trabajo digno, si le dieran valor agregado entraría más plata al país pero lamentablemente no lo ven. Los políticos piensan nada más que en el que se llena los bolsillos y no en la gente que los votó, entonces tenemos miles de personas con hambre y el Estado poniendo cinco mil pesos por trabajador con los REPRO, para no darle ninguna solución. Alguien tiene que ver que existimos, que somos argentinos, que somos trabajadores.

RP: Cuando hablamos de pérdidas de empleo también hablamos de una pérdida de la cultura del trabajo y del oficio. ¿Estos años generaron un deterioro social en la comunidad de los obreros del pescado?

CL: Totalmente, años atrás una era filetera y tu hijo iba a aprender el trabajo, hoy no, hoy está en riesgo el puesto de trabajo de los padres. Entonces no hay gente que siga aprendiendo el oficio. Sumado a eso, en la situación que estamos el futuro de ese chico o chica muchas veces está en la calle. Estamos muy complicados los argentinos, muchos chicos no terminan ni la secundaria y crece el embarazo adolescente. Antes el pescado era una opción para quienes no terminaban los estudios, ahora ya no hay quien quiera aprender el oficio. Parece que acá el empresario quiere sacar el pescado entero y lamentablemente son ayudados por los políticos que no quieren ver a la situación a que nos están arrastrando.

Nota Original: www.revistapuerto.com.ar

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