Presentaron el Observatorio de Conflictividad Pesquera
Depende de la Facultad de Humanidades y reúne a investigadores de diversas disciplinas y científicos del INIDEP que trabajan desde el Grupo de Estudios Sociales y Marítimos (Gesmar). “Queremos sacar a la pesca del lugar marginal que ocupa en la agenda pública”, dijeron sus impulsores.
“Queremos sacar a la pesca del lugar marginal que ocupa en la agenda pública, en las producciones académicas y en los medios de comunicación”, dijo Camila Arkada en la presentación. Licenciada en Administración y miembro de los equipos técnicos de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Municipalidad, resaltó que hacen foco en la industria no solo por lo que representa desde lo económico sino también desde lo social y cultural.
En un censo de 2016 los investigadores relevaron que había 23 mil personas registradas vinculadas directa e indirectamente con la actividad pesquera y portuaria. “La idea es presentar análisis cuantitativos y cualitativos de la problemática; un canal de difusión que refleje las luchas sociales y ponerlo en la mesa de discusión”, amplió Arkada.
Al Observatorio lo integran licenciados en estadística y demografía, en historia, profesores de geografía, psicólogos, sociólogos y periodistas, coordinados por Agustín Nieto, profesor de Historia, investigador del CONICET.
Entre las líneas de acción dinámicas que abordará el Observatorio figuran el análisis de la normativa en términos de resultados, la influencia del sector privado en el diseño de políticas sectoriales y factores sociales como el impacto en las fuerzas laborales de la migración de buques a la pesca del langostino a la Patagonia.
“La idea es formar una agenda abierta; amalgamar lo que cada uno de nosotros ha venido haciendo en su área para reflejar cómo la actividad pesquera y marítima del país se fue transformando a lo largo de las últimas tres décadas”, precisó Nieto.
En ese sentido, los investigadores distinguieron la sobreexplotación de los recursos, la extranjerización de la flota, los cambios en el marco legal, la profundización de la concentración empresarial y de los procesos de precarización laboral.
“Son algunas de las transformaciones que requieren ser estudiadas para llevar adelante una planificación sustentable de la actividad en términos ambientales y sociales”, explicó Nieto.
Previo a la presentación del Observatorio, la doctora Yvanne Bouvet, de la Universidad Bretaña Occidental de Brest, Francia, brindó una reseña de la actividad pesquera en la Unión Europea, donde quedó reflejada una asimetría con nuestra industria.
“Hay 83 mil barcos pesqueros que emplean a 141 mil marinos y 110 mil en la transformación de la materia prima. El 86% tiene menos de 12 metros de eslora y un promedio superior a 25 años de antigüedad. Solo el 3% mide más de 24 metros de eslora, son más nuevos y tienen una alta productividad”, señaló la investigadora en un castellano que por momentos se hacía difícil de entender.
Los desembarques pesqueros se estabilizaron en el orden de las 4,5 millones de toneladas. “Muchas comunidades están afectadas por la caída de las capturas y en regiones costeras extremas, donde no hay oportunidades de desarrollar el turismo como en el Mediterráneo, sin pesca no hay actividad económica ni cultura marítima”, expuso la investigadora.
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