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El Gobierno nacional negocia con Noruega la compra de un submarino

El plan apunta a recuperar la capacidad marítima y reemplazar al ARA San Juan; se desactivó una propuesta que la gestión de Macri venía trabajando con Bolsonaro. Aunque no trascendieron abundantes detalles, el Gobierno comenzó gestiones para negociar la posible compra de un submarino con las autoridades navales de Noruega.

El Gobierno celebró ayer la llegada de la Fragata Libertad, tras el viaje de instrucción de sus flamantes 49 guardiamarinas, como “uno de los símbolos que unen a los argentinos y nos representa”. Así lo afirmó ayer en la Base Naval Mar del Plata el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien trabaja ya en otro frente sensible para la Armada, vinculada con la tragedia del ARA San Juan.

Aunque no trascendieron abundantes detalles, el Gobierno comenzó gestiones para negociar la posible compra de un submarino con las autoridades navales de Noruega.

Dejó sin efecto, así, el acercamiento que el gobierno de Mauricio Macri había iniciado con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para la cesión de cuatro unidades, en un acuerdo destinado a garantizar el patrullaje conjunto en el Atlántico Sur.

El propio Rossi ratificó ayer que se rendirá un homenaje en el mar a los 44 tripulantes que dejaron su vida en el ARA San Juan. Hace dos semanas había anticipado la voluntad del Gobierno de comprar otro submarino “para que la Armada no pierda su capacidad náutica”.

Según pudo saber LA NACION, las negociaciones con Noruega apuntan a la adquisición de un submarino ” ya construido y probado en el terreno”. La posibilidad de entablar negociaciones con Noruega fue planteada a por la propia Armada Argentina.

Desde la tragedia del ARA San Juan, la Argentina se quedó sin submarinos operativos.

El ARA Santa Cruz, gemelo del ARA San Juan, se encuentra desde hace tiempo desarmado en el complejo Tandanor, sin perspectivas de una inmediata reparación. Y el ARA Salta, que en febrero de 2014 emergió sorpresivamente en medio de una competencia de veleros cerca del Puerto de Mar del Plata, no tiene capacidad para navegar.

La opción brasileña

Desde hace dos años, por falta de medios propios, la Armada Argentina realiza el adiestramiento de sus submarinistas en escuelas navales de Perú y de Brasil, a partir de convenios suscriptos para esa finalidad.
Fuentes cercanas a la anterior gestión del ministro Oscar Aguad confirmaron a LA NACION que se habían iniciado conversaciones con Brasil para constituir una fuerza complementaria en materia naval.

Los ministros de Defensa de ambos países firmaron, incluso, una carta de intención en junio de 2019 para el envío de submarinos convencionales a la Argentina, con el objetivo de “recuperar la estratégica herramienta marítima”.

“La idea era no competir ni superponernos, sino formar una fuerza complementaria. Brasil avanzaba en la incorporación de un submarino nuclear y cedía a la Argentina cuatro submarinos IKL, de origen alemán, para su reparación, mantenimiento y puesta puntos en Tandanor”, explicó la fuente a LA NACION.

La intención compartida era garantizar la vigilancia marítima en el Atlántico Sur, desde el norte de Brasil hasta Ushuaia, una zona estratégica, en la que preocupa la presencia ilegal de embarcaciones. La propuesta del gobierno de Macri era extender esta modalidad de intercambio al resto de las Fuerzas Armadas, con barcos y aviones, e incluir también a Chile, aunque el gobierno de Bolsonaro prefería la negociación bilateral.

Las tratativas quedaron en el camino luego de la derrota electoral del gobierno argentino en las PASO de agosto. Durante el período de transición, según pudo saber LA NACION, Aguad le transmitió la propuesta a Rossi, pero las nuevas autoridades de Defensa, en virtud de las diferencias de Bolsonaro y su entorno con Alberto Fernández, discontinuaron la posibilidad.

Aunque la gestión de Juntos por el Cambio consideraba que la propuesta era de “buena calidad y bajo costo”, fuentes de la Armada comentaron a LA NACION que no había acuerdo sobre dónde realizar las reparaciones. “Brasil proponía hacerlo en su astillero naval y la Argentina sostenía que, al menos, uno debía ser reparado en Tandanor”.

No había coincidencias, al parecer, en otro tema sensible: el estado de las baterías. “Si había que cambiarlas, había que pensar en una inversión de más de un millón de dólares”, reveló la fuente naval.

Los submarinos de la clase Ula

La Armada Argentina tiene interés de la fuerza por submarinos provenientes de la Armada Noruega, ante la inminente baja de este material en dicha fuerza. Siendo un submarino no conocido se presentan detalles sobre sus caracteristicas y capacidades.

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La clase Ula son submarinos que se ensamblaron en Alemania a fines de los años ochenta y principios de los noventa (1989-1992). De esta clase se construyeron 6 buques y en el acuerdo original se incluyó una opción por dos submarinos más, cosa que nunca ocurrió. Los 6 submarinos fueron entregados a la Royal Norwegian Navy (RnoN) en ese periodo. Todos están basados en Haakonsvern en Bergen, Noruega, y es actualmente, el único tipo de submarino en servicio de la Armada Noruega.

El pedido de diseño de este submarino surgió en 1972 y consistía en modernizar la flotilla de submarinos antiguos, que en ese momento se basaba en los viejos submarinos Tipo 207, submarinos de clase Kobben.  La construcción de estas naves fue un proyecto que abarco varios países. Los sistemas de combate fueron fabricados en Noruega por Kongsberg, el sonar de ataque es alemán y el sonar de flanco francés. Las secciones del casco fueron producidas en Noruega, y luego ensambladas en Alemania por Thyessen Nordseewerke, Emden, de Alemania.

En Alemania, el diseño se conoce como el Tipo 210.  Los submarinos de la clase Ula se encuentran entre los submarinos más silenciosos y maniobrables del mundo. Esto, en combinación con el tamaño relativamente pequeño, hace que sean difíciles de detectar desde embarcaciones de superficie e ideales para operaciones en áreas costeras.

Los submarinos de la clase Ula son considerados armas efectivas y rentables en la RNoN. Varios submarinos de la clase Ula fueron desplegado en el Mar Mediterráneo en apoyo de la Operación Active Endeavor de la OTAN, donde su capacidad de recopilación de inteligencia superó las expectativas.

Su disponibilidad operativa demostró ser la más alta de todas las naves que participaron en la operación. En 2012, el Ministerio de Defensa de Noruega estableció el 2014 como fecha límite para decidir si extender aún más la vida operativa de la clase Ula después de su finalización prevista en 2020, o reemplazarlos con una nueva flota. (Mariano De Vedia – LA NACION / DESARROLLO Y DEFENSA)

Ver nota original: www.nuestromar.org

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