La vuelta del Consejo estuvo marcada por el debate en torno a la selectividad
Finalmente el Consejo Federal Pesquero (CFP) tuvo su primera sesión del año. Luego de haber postergado la semana pasada su vuelta a la actividad, el cuerpo se reunió este jueves con un quorum ajustado debido a sillas aún vacías.
Por caso, la representante de la provincia de Buenos Aires, Carla Seain, no participó, como así tampoco los dos representantes del Poder Ejecutivo nacional, cuyas designaciones oficiales para ocupar los cargos están pendientes.
Estuvieron el presidente del CFP, Carlos Liberman; junto a los representantes de Cancillería, Josefina Bunge; de Ambiente, María Silvia Giangiobbe; de Río Negro, Jorge Bridi; de Chubut, Adrián Awstin; y de Santa Cruz (suplente), Mayra Tótaro.
Uno de los temas centrales de la reunión fue la problemática de la captura “incidental” de merluza en la pesca de langostino, que el año pasado dejó un saldo mayor a las 40 mil toneladas. Tal volumen preocupa tanto a las autoridades como a la industria.
Desde el Inidep consideran clave estimar las tasas de mortalidad por pesca y por grupo de edad, ya que permite mejorar las estimaciones de reclutamiento y del tamaño poblacional de la hubbsi, fundamentalmente al sur del paralelo 41° Sur.
Vale recordar que la flota opera durante buena parte de la temporada en aguas nacionales dentro de la Zona de Veda Permanente de Merluza, área de especial sensibilidad que ha permitido la recuperación del recurso en los últimos años.
El Consejo espera ahora recibir un informe detallado por parte del instituto sobre la campaña de investigación realizada en octubre del año pasado. Aquel crucero del “Angelescu” tuvo como principal objetivo evaluar los dispositivos de selectividad Disela II y Hargril.
Mientras tanto, el Consejo informó que está en debate la necesidad de revisar y ajustar la normativa vigente y promover una mayor participación de las empresas en el desarrollo de tecnologías alternativas que podrían resultar más eficientes.
“También se analizan las posibles acciones que pueden llevarse a cabo para generar medidas disuasivas que disminuyan y eviten los descartes Se acuerda continuar con el tratamiento y profundización de estos puntos en las próximas reuniones”, detalla el acta de la reunión sin ofrecer mayores detalles.
En rigor de verdad, la mayor parte de la flota no viene utilizando los dispositivos de selectividad porque las tripulaciones los consideran incómodos para maniobrar; pero parece aflorar entre investigadores, autoridades y armadores la intención de revertir esta tendencia.
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