Los desafíos de la harina de pescado
Nunca en la historia del puerto marplatense se habían exportado contenedores de harina de pescado. La carga que generan Coomarpes y Agustiner, las dos harineras que se quedaron con casi todo el mercado marplatense tras la salida de Moliendas del Sur, es considerada seca y requiere de contenedores exclusivos para dicha mercadería.
El negocio del comercio exterior desde el puerto local se sostiene exclusivamente por carga refrigerada, reefers, la frutilla del postre del negocio, el flete más caro que despierta el interés de Maersk y MSC, las dos líneas que hilvanan de manera frecuente Mar del Plata con Montevideo o puertos del sur brasileño.
En ese contexto, la exportación de carga seca, más allá de que la ciudad y al región tienen una enorme potencialidad, chocaba con una valla altísima: las navieras no disponían de contenedores secos en la plazoleta de la Terminal de Contenedores Dos (TC2) en el extremo del muelle de ultramar. Esa imposibilidad era la excusa perfecta para ofrecer el servicio por Autovía hasta el puerto porteño.
Hace un mes y luego de intensas gestiones con MSC y los propios directivos de TC2, Coomarpes inició una prueba experimental para comenzar a exportar harina por Mar del Plata. Es una prueba piloto que ya sumó cerca de 50 contenedores que llegaron al puerto como importaciones: contenían café de Cabrales o hilados para la industria textil.
“Llevamos tres embarques donde despachamos unas 800 toneladas con destino a Filipinas e Indonesia”, contó Rubén Burkaard, gerente de la Cooperativa Marplatense de Pesca. “Decidimos apostar el crecimiento de la actividad exportadora del puerto y ante costos muy parecidos preferimos sacar la producción por Mar del Plata”, agregó el industrial.
En su última escala, el portacontenedores Setubal bajó 40 vacíos para secos por primera vez desde que operan en Mar del Plata, de manera de seguir sosteniendo la demanda de la harinera. “Por gestiones conjuntas con la gente de TC2, en MSC no nos cobran el posicionamiento de estos vacíos y prosigue la rueda”.
De ese grupo, 24 contenedores de 20 pies ya estaban consolidados el fin de semana en la plazoleta de TC2 a la espera del Setubal, que ingresa por estas horas, para proseguir el proceso exportador.
Claro que el proceso no parece ser tan sencillo. Burkaard reconoce que MSC se muestra inflexible en algunas cotizaciones para otros mercados con la intención de llevar la carga por camión hasta Buenos Aires. “No puede ser que exportando por Mar del Plata tengamos una diferencia adicional de 1500 dólares más que haciéndolo por Buenos Aires”, confesó el directivo.
“Es para destacar la decisión de Coomarpes”, consideró Emilio Bustamante, la otra pata en esta historia. El directivo de TC2 asegura que no le cobran la estadía a la harinera hasta que sube al portacontenedores.
Bustamante cree que es un proceso, como el que atravesaron Moscuzza, Solimeno y Valastro. Que las cotizaciones de la harinera irán disminuyendo a partir de la decisión de mover todo por Mar del Plata.
“Lo mismo pasa con la vieira”, agrega. “Piden cotización y después ven. El año pasado Wanchese cargó una vez pero siguen por Buenos Aires. Lo mismo ocurre con Glaciar Pesquera… tienen que tomar la decisión y mantenerse. Es la única manera”.
El mercado de la harina se ha reducido fuertemente en los últimos años a partir de la disminución de los desembarques de pescado fresco en el puerto marplatense. El año pasado, de acuerdo con la estadística oficial, se exportaron 17 mil toneladas entre harina, polvo y pellets de pescado. En 2009 habían sido algo más de 37 mil toneladas.
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