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Empresarios y sindicatos marítimos, navales y portuarios crean un centro de estudios para generar políticas públicas

Referentes empresarios, gremiales y profesionales de la marina mercante, la industria naval y los puertos lanzaron un nuevo centro de estudios para el desarrollo de políticas sectoriales.

A instancias del Timón Club, crearon el Centro de Estudios para la Promoción y el Desarrollo de la Actividad Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Cepromar).

“El objetivo es ofrecer a las autoridades del área los lineamientos consensuados para el desarrollo y fortalecimiento de la marina mercante, la pesca, la industria naval, la actividad portuaria y las vías navegables de nuestro país”, señala el acta de constitución.

En la reunión inicial celebrada en la sede de la Cámara Naviera Argentina, participaron dirigentes de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), por el lado gremial, y de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) y de la Cámara Santafesina de la Industria Naval (Casin), referentes de las zonas francas, de la Prefectura Naval, armadores nacionales, agentes marítimos, y profesionales independientes con larga trayectoria en las áreas de injerencia.

Amplio acuerdo

El Cepromar apunta a “encontrar un amplio acuerdo sobre el rumbo a seguir, que interprete y abarque las políticas básicas para un sector que viene soportando una prolongada crisis”, destaca el texto constitutivo, que recuerda la importancia del área “en el sostenimiento del comercio y la economía nacional”.

El acta fue girada a los referentes presentes para su tratamiento en cámaras empresarias y gremios, para luego formalizar los distintos comités específicos.

Cada comité diagnosticará la situación del área y producirá documentos consensuados que se presentarán ante las autoridades con el fin de generar las políticas necesarias.

Momento propicio

“El momento actual de crisis de la actividad naviera es propicio para convocar al sector a estudiar y promover medidas para la actividad”, señaló Jorge Álvarez, presidente del Timón Club (que será sede del Cepromar) y de la Cámara Naviera Argentina.

“No hay políticas de Estado que brinden seguridad a todos los intervinientes del sector”, señaló a su turno Juan Carlos Schmid, secretario general de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Feminpra) y referente del gremio de Dragado y Balizamiento.

Tanto Álvarez como Schmid coincidieron en el largo período, desde 1973 hasta 2017, en el que el sector prácticamente no tuvo leyes de promoción y que, cuando llegaron, sufrieron vetos parciales y no cumplimentaron el espíritu inicial de los proyectos.

Relegados a la coyuntura

Schmid lamentó “la falta de una discusión de fondo” de los temas que hace que “siempre quede relegado ante la coyuntura”.

“Esto pasa porque no hay una sola voz”, resumió, en relación a la totalidad de actores empresarios y gremiales de cara a políticos que deciden en función de “la captación de votos” o la rentabilidad electoral de los temas.

“(Un paro de) colectivos, subte o aviones tiene un impacto inmediato. Pero nosotros tenemos 10 veces más impacto (en la economía). Esa fuerza hay que usarla de otra manera. No cuando estamos al final de la agenda”, apuntó el también secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

“Lo primero es la confianza entre todos”, dijo Schmid, y añadió: “Sé que hay problemas de productividad y tributarios. Discutamoslo. Pero con una voz unificada”.

Zonas francas

Miguel Álvarez, presidente de Casin y director del concesionario de la zona franca de Villa Constitución, apuntó que, en materia de competitividad y generación de empleo hay herramientas que merecen más estudio y desarrollo. “Dentro de poco se va a instalar un astillero en la zona franca, y eso es empleo para la industria naval y es trabajo de reparación de unidades extranjeras que necesitan este régimen, que no compite con la industria naval fuera de las zonas francas”, señaló.

En tanto Sergio Borrelli, práctico y ex interventor de la Administración General de Puertos (AGP), propuso generar líneas de trabajo que permitan “un nuevo organigrama en Transporte”.

“Hay que dividir la logística y las cargas del transporte urbano y de pasajeros en (el Ministerio de) Transporte para poder tratar bien estos temas”, destacó.

La logística como valor agregado

Asimismo, consciente de los déficit de comunicación del sector, por un lado, y la rentabilidad electoral que los políticos priorizan, por el otro, subrayó la necesidad de “plantear cuál es el negocio” por defender. “Parte de la industrialización de las materias primas (que se exporta) es el transporte”, indicó, al explicar el diferencial de precio que existe en un commodity en origen y el que tiene al llegar a destino.

A propósito, sugirió volver a evaluar la posibilidad, no ya de un segundo registro, sino de un régimen especial de la marina mercante que pudiera tener base en Ushuaia para aprovechar su estatus fiscal. “Se trata de buscar ser competitivos en una parte de la cadena. Por ejemplo, buscar maridar el transporte de fertilizantes (importación) con los granos (de exportación)”, apuntó.

El secretario general del Centro de Patrones, Julio González Insfrán, retomó esta línea argumentativa al explicar “los desarrollos sobre los que se puede trabajar para contar con remolcadores a GNL (gas natural licuado) que es más de 30% más barato, y más amigable con el medio ambiente. Y pueden hacerse en la Argentina”, explicó.

Borrelli concluyó: “El riesgo de no trabajar en conjunto es que tiramos la idea y pronto vamos a ver remolcadores a GNL de bandera paraguaya, que terminará abasteciéndose de gas argentino, probablemente al costo”. (EMILIANO GALLI – TRADE NEWS)

Ver nota original: www.nuestromar.org

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