Última reunión de 2019 del Consejo Federal Pesquero
El jueves pasado se celebró la última reunión del Consejo Federal Pesquero bajo la presidencia de Juan Bosch y los representantes del Ejecutivo de Cambiemos, Oscar Fortunato, Sebastián Agliano, Silvia Giangiobbe y Josefina Bunge. Estas figuras serán reemplazadas por otras a partir de la próxima reunión que se celebrará recién el 22 de enero. El representante de la Provincia de Santa Cruz, Carlos Liberman, pasará a ocupar los cargos de Subsecretario de Pesca y Presidente del cuerpo. Hace cuatro años que forma parte del CFP y nunca votó en contra de las propuestas del Ejecutivo de Mauricio Macri, con lo cual es difícil pensar que algo podría cambiar, cuando finalmente es designado por el gobierno de Alberto Fernández.
En cuanto a las representaciones provinciales, algunos seguirán ocupando su banca como Jorge Bridi, de Río Negro, que lo hace desde hace más de 25 años a pesar de la oposición de los pescadores y los veinticinco años de fracaso. Otro que sigue, al menos por el momento, es Adrián Awstin, el representante de la Provincia de Chubut que ya fue tentado por Liberman para ocupar un puesto en el CFP por el Poder Ejecutivo. Falta definir qué pasará con la Provincia de Buenos Aires, que en la gestión de María Eugenia Vidal avaló medidas que profundizaron la desocupación y el desempleo en Mar del Plata. Y Tierra del Fuego, seguramente, nombrará a alguien que no pise nunca tierra fueguina como vienen haciéndolo desde hace años. López Cazorla sería representante del Ejecutivo ante el CFP.
Será interesante conocer a partir de la llegada de una nueva gestión, los informes legales de Alejandro Toranzo para saber si las decisiones en estos cuatro años fueron tomadas bajo parámetros legales. También será interesante saber si asesoró adecuadamente a los consejeros. Por el momento nada parece indicar que se esté camino a una revisión de las medidas arbitrarias, ilegales o irregulares que se han tomado en los últimos cuatro años, avaladas por el futuro subsecretario Liberman.
La última acta del 2019 no contiene reformulaciones como las tantas que se han aprobado en los últimos años, ni permisos con eslora modificada, pero sí deja ver la postura que ha adoptado el CFP ante la investigación científica bajo la gestión Bosch. El manejo sustentable bajo parámetros científicos no ha sido respetado, hubo una gestión permeable a la presión empresaria y ello se ve reflejado en cada acta y en los temas abordados el jueves pasado. Quizás ese sea el primer cambio que debiera exhibir el Consejo a partir del 22 de enero de 2020 para poder pensar en una mejor administración de los recursos.
Finalmente se cierra la Unidad de Manejo B de vieira
Hace dos años el Consejo Federal Pesquero actuó de forma bochornosa, despreciando el conocimiento científico y los innumerables acuerdos y tratados de manejo sustentable a los que adhiere nuestro país, cuando decidió no vedar la Unidad de Manejo B de vieira y además bajar la talla de primera captura, contradiciendo las recomendaciones del INIDEP.
En la última acta del año se trató nuevamente el tema. Tras casi dos años de aquella recomendación, y luego de que se realizara una revisión de pares para evaluar al equipo de trabajo de vieira y se diera curso a los pedidos de las empresas que explotan el recurso, en el sentido de anexar campañas de evaluación; recién entonces los consejeros tomaron la recomendación del INIDEP que no varió en nada respecto de la antes formulada.
Los investigadores recomendaron el cierre de la Unidad B desde 1° de enero al 31 de diciembre de 2020, porque es una de las pocas unidades en las cuales se han registrado áreas de reclutamiento que no se observan desde hace 20 años. Además porque se observa una tendencia decreciente en las biomasas total y comercial en general, es que consideran de suma importancia resguardar el área. Lo mismo habían dicho hace dos años.
Cuando el CFP decidió no tomar en cuenta las recomendaciones del INIDEP, todos los consejeros, a excepción de Silvia Giangiobbe de Recursos Naturales, votaron de forma favorable. Quien será Subsecretario de Pesca estuvo de acuerdo con este atropello y es un aspecto relevante que debe tenerse en cuenta de cara a una futura administración nacional de los recursos en sus manos.
Para las demás unidades de manejo, ante la delicada situación en la que se encuentra el recurso, las investigadoras recomendaron una captura no mayor al 40% de la CMP de 2019 para las Unidades F y G. Para la Unidad C se recomendó que no se supere el 10% de los desembarques registrados durante 2019, “hasta tanto el CFP reciba y dé tratamiento a los informes técnicos correspondientes, cuya elaboración se encuentra en curso”. Por ahora se ha tomado la recomendación del INIDEP y se resolverá en el primer semestre cómo se seguirá. Esperemos para entonces contar con un CFP más virtuoso que el actual.
El abadejo sigue complicado
Las capturas de abadejo hasta 2014 se ubicaban en el orden de las 7.000 toneladas declaradas; a partir de 2015, junto con la aplicación de una serie de medidas restrictivas que recomendó el INIDEP, los registros de desembarques bajaron al orden de las 3000 toneladas para llegar a 2019 con apenas 1800 toneladas.
Esta disminución en las capturas puede responder a las limitaciones pero también se contempla como elemento a tener en cuenta la subdeclaración, favorecida por la ausencia total de controles. Si bien los pescadores aseguran que hay abundancia del recurso y se han resistido a las exigencias, la crítica situación de la pesquería sigue requiriéndolas.
El abadejo es una especie de la que se tiene un mejor registro de observadores que de otras especies porque es acompañante de la merluza hubbsi. Pero además en el último año se han realizado campañas específicas que ayudaron a disminuir la incertidumbre. Con esos nuevos datos los investigadores concluyeron que “la tendencia general de la abundancia del recurso fue decreciente y que, considerando que la biomasa reproductiva (BR) del último año del diagnóstico (2018) se encuentra por debajo de los puntos biológicos de referencia, se recomienda, en una primera instancia, recuperar la misma al nivel del 20% de la biomasa reproductiva virgen (BRV)”.
Los investigadores dieron tres escenarios de recuperación y sus correspondientes capturas máximas para el año en curso y para 2020. No se deja constancia en el acta de cuál eligieron en función del riesgo, estableciéndose finalmente la CMP en 2.500 toneladas. Se aclara además que el INIDEP recomienda seguir aplicando las medidas de ordenamiento actuales y ampliar el área de prospección, lo que fue aceptado por los consejeros.
Meluza hubbsi
En la última acta del año los Consejeros realizaron un escueto resumen de los temas tratados en la Comisión de Manejo de la especie, sin datos precisos. Solo se brindan conclusiones sin detalles a las que han arribado los consejeros. Según aseguran, la biomasa de merluza hubbsi en el stock sur se encuentra en un proceso de recuperación exitoso, esto en base a los resultados de dos modelos de evaluación. No pasaría lo mismo si se evalúa a partir del modelo estructurado por edades, que arroja una mayor incertidumbre.
Los miembros del Consejo indicaron que se alcanzó el objetivo biológico de una biomasa reproductiva de 600.000 toneladas, sin mayores especificaciones. A la hora de hablar sobre el bycatch solo hicieron referencia a la presentación de un informe sobre la pesca incidental de merluza en la pesquería de langostino; y se dejó sentado que se reiteraba el pedido de colaboración a las provincias sobre estimaciones de capturas de las flotas que operan en áreas de jurisdicción provincial.
Si bien se informa que se debatió sobre la importancia de avanzar en la selectividad y en la reducción del descarte para consolidar las tendencias de crecimiento y mejora estructural de la población, no se hace mención a ninguna de las medidas recomendadas por el INIDEP, aunque sí se dejó constancia de la solicitud de los armadores de “habilitar a la pesca los cuadrantes de la zona de veda que se establecieron temporalmente”.
En cuanto a la situación de la merluza en el sector norte, se destacó que hubo una reducción de la presión pesquera desde 2008 pero que en 2015 esta situación se revirtió y comenzó a aumentar. En este caso tampoco se dio un panorama claro de la situación del recurso.
La novedad estuvo dada por el anuncio de la realización de campañas sobre poder de pesca, que se llevarán a cabo con los buques de investigación Holmberg y Angelescu para determinar los coeficientes de conversión. Algo que se debió haber hecho y no se hizo en estos cuatro años con la complacencia de los integrantes del CFP, incumpliendo con la normativa vigente y permitiendo a la flota congeladora declarar capturas muy inferiores a las efectivamente realizadas, valiéndose para ello de coeficientes de conversión claramente subestimados. El futuro subsecretario Carlos Liberman conoce al detalle sobre estos escuálidos coeficientes porque fue él mismo el Director de Pesca al momento en que se determinaron.